¿de que trata este episodio?
En este episodio de Mi Primera Exportación viajamos a Sevilla para descubrir la historia de Fernández y Roche, una de las casas sombrereras más antiguas de Europa, fundada en 1885 y referente internacional en la fabricación artesanal de sombreros.
Conversamos con Abraham Mazuecos, Director General de la compañía, sobre cómo una empresa que nació en pleno auge de la sombrerería ha sabido adaptarse a los cambios sociales y culturales —incluido el movimiento “Sin Sombrero”— para convertirse en un actor global, exportando hoy el 85 % de su producción a mercados como Estados Unidos, Israel, Qatar o Reino Unido.
A lo largo de la charla abordamos la importancia de la tradición y la artesanía en cada pieza, el papel de la innovación en procesos de calidad y empaquetado, y cómo la marca sevillana ha conquistado tanto a grandes firmas de moda y producciones cinematográficas como a compañías aéreas internacionales.
Una historia que demuestra que la elegancia y la artesanía españolas siguen teniendo un lugar destacado en el mundo.
Conoce a nuestro invitado
Fernández y Roche, artesanos del sombrero desde 1885, representan un legado único en la tradición manufacturera española. Fundada por José Fernández Caro y Antonio Roche Verdugo, la compañía nació con la misión de preservar y elevar el arte de la sombrerería, un oficio que ha evolucionado sin perder su esencia.
La fábrica de Sevilla es el corazón de la marca: un espacio donde conviven modernidad y tradición, y donde sus artesanos —con décadas de experiencia— convierten cada sombrero en una pieza exclusiva. Su compromiso con la calidad, la transmisión del conocimiento de generación en generación y la atención al detalle han consolidado a Fernández y Roche como un referente en el sector.
Hoy, su trabajo trasciende fronteras. Con presencia internacional, la firma colabora con comunidades judías ortodoxas, grandes casas de moda, diseñadores reconocidos y producciones cinematográficas, demostrando que la artesanía española puede conquistar el mundo sin renunciar a su autenticidad.
